¿Cómo nace este sueño?……. Un vistazo a la inspiración del Taller

De madre pintora canadiense y padre neurocirujano tolimense que decidieron vivir en el campo, en donde hoy me encuentro ejerciendo mi labor como directora Taller de Anik- Jardín Infantil y Centro de Estimulación, afianzando mi práctica pedagógica en la atención a la primera infancia.

Mi entorno familiar compuesto por artistas: pintores, ceramistas, teatreros, titiriteros y poetas ayudaron a orientar mi vocación de maestra, de ahí su enfoque en la creación y provocación de experiencias significativas que contribuyeron al aprendizaje de los niños y niñas.

Durante una visita de una familia inglesa, pude observar que las hijas tenían una casita de muñecas, generando en ella un placer de disfrutar de este espacio adecuado a su tamaño y la frustración de saber que no era para mí.

Mi primera escuela la creé bajo la sombra de un chiminango y mis primeros alumnos fueron cuatro hijos de un policía, que no podían asistir al colegio de monjas de la zona, esta primera experiencia reafirmó mi convicción de vocación como maestra.

Mis enseñanzas estaban encuadradas simplemente en aprender las vocales y hacer largos recreos. Al tiempo empecé a cuidar animales que llegaban de los viajes que hacía mi padre en las diferentes regiones rurales del país. Crecí entre potreros, caminatas con mi padre, vacas y caballos, y encuentros familiares con los artistas en una zona rural de Cali, hoy Ciudad Jardín y Pance.

A los 20 años decidí ser madre (nació Thomas) y entrar a la universidad a estudiar Licenciatura en Educación Preescolar. Mi madre como artista recibía maestras para dar clases de arte mientras que yo jugaba con algunos vecinos, construyendo títeres con ellos. Ese fue el origen del Jardín Infantil Taller de Anik, donde se conjugan pedagogía, naturaleza y animales.